Site Network: Home | Blogcrowds | Gecko and Fly | About

::. Supersticiones de cuarta (Parte 02)

Luego de confesarme ello, me di cuenta de que Julio tenía motivos de sobra para estar como estaba: Jamás había visto ni peor, tratado a su futuro suegro en persona. No supo explicarme cómo así se encontraba en esa situación. Pero por lo que yo sabía, don Guillermo hacía continuos viajes al exterior, y Julio tenía unos horarios bien jodidos en el trabajo. Esas sólo eran hipótesis mías; lo cierto era que durante los años en que estuvo con Marita nunca se pudo cruzar con su futuro suegro.
Julio me contó que una vez le contestó el teléfono, pero que don Guillermo no fue muy amable con él, que, como por automatismo, se hizo pasar por un amigo. Acordarse de aquella escena era algo no muy alentador para como pintaba su situación.
― Seguro fue un poco cortante por que en esos días lo habían operado pues. ¡Carajo, ¿a quién no le jodería todo luego de una operación a la vesícula?! ― Le traté de explicar.
― Al margen de eso, Aarón, ―me dijo― no sé, lo oí un poco con voz de tener pocos amigos. Hasta Marita me dice que es algo 'especial'.

Aquello era muy cierto; don Guillermo era bastante 'especial': tenía la costumbre levantarse a las 4 de la mañana a regar su jardín, aunque a veces no era tan necesario hacerlo. No contento con ello, levantaba a toda su familia a las seis y media, sin motivo más que el que estén despiertos; nadie se salvaba, así fuera su cumpleaños. Era un señor algo hosco y amargado, pero ¡¡¡¿quién no lo es luego de pasar los sesenta años?!!!

― Pero ¿me veo bien no? ― Me dijo, olvidándose un rato de don Guillermo.
― Si pues, nunca te había visto así. Pareces disfrazado como para pedir el empleo de tu vida.
― Y no es para menos, debo lucir bien y… aparentar que mi sueldo es mucho mejor que mi gracia jajaja.

Luego de aquella carcajada, parecía haberse calmado un poco. Ya había dejado de comerse las uñas ―en realidad era por que ya no le quedaban― y me estaba contando que se había hecho una sarta de cojudeces para tener 'buena suerte'.

― ¡No jodas. ¿Me dices que tienes una pata de venado en tu mochila?! ― Le comenté estupidizado.
― Eso no es nada. Deberías oler mi perfume de esencia de ruda.
― ¿Qué te pasa man? ¿Vas a pedirle la mano de su hija, o a ver si te fusila o no? ―. Le comenté como queriéndole sacar de su aún notoria preocupación.
Además has preparado todo para tener 'buena suerte', pero, ¿y la 'mala suerte' qué? ¿Te diste cuenta si pasaste debajo de una escalera? ¿Viste gatos negros y esas cosas…?
― No pues, Aarón, yo no creo en esas huevadas, eso sí que no.
― Pero si crees en la 'buena suerte', ¿por qué no en la 'mala suerte'?
― Ya sería demasiada huevada pues. ¡¡Pero lo de la patita de venado funciona ah!! Mira, una vez estaba en…
― Yo si creo en 'la maldición del 4'― Le interrumpí.
― ¿Ah? ¿Cómo es eso? Yo había escuchado del siete o del trece, pero ¿del 4? Explica.
― Ya sabes…Me jode todo lo que tenga que ver con ese puto número.
Mira: Mi más corta relación, duró 4 días. ¿Por qué? Por que el día 4 ella descubrió que le había puesto cachos y me dio una paliza de la misma receta que solo mi madre tenía.
Una vez me desgarré cuando estaba en la cama con mi novia ¿Por qué? Por que la había puesto en 4. Hasta ahora tengo secuelas.
― Me gustaría ver ese desgarro. jajaja
― ¿Otra razón para odiar el 4? Ahí te va: Sólo una vez en mi vida me vine dentro de mi flaca cuando lo hicimos sin condón. Adivina qué.

0 comentarios:

Publicar un comentario